Cuando abrí este blog
hablaba de las gentes de Avilés de toda la vida, y en el día de ayer, se nos
fue un referente de esas gentes, mi admirado Enrique Cuervo, amigo entrañable e
inseparable de mi padre al igual que su hermano Tino; cánticos, tertulias, y
como no discusiones, que para eso somos amigos y podemos discutir DEMONIO, en emblemáticos
lugares de Aviles como la Cafetería El German, como contertulio podría estar
Mario (“el Ñurro”) como le llamaba cariñosamente tanto Enrique como mi padre.
Enrique… siempre estaba ahí,
uno de los fundadores de la Cofradía de La Dolorosa y Hermano Mayor (lastima
que lo dejara), el Club de Mar, El Casino de Aviles, La Asamblea local de La
Cruz Roja, yo que se en que más sitios estaba metido, ah si, el que mas le
gustaba Les Berces, referente avilesino de las peñas gastronómicas, recuerdo
que mi padre esperaba el primer sábado de diciembre como si fuese un día de
culto, su cumpleaños, no se como explicarlo, coger ese autobús camino de Soto
de Luiña, con todas las paradas que hicieran falta, hasta llegar a Casa María,
a comer tan grato manjar (que eso era lo de menos), y entregar el galardón mas
apreciado por todos ellos La Berza de Oro, pero a fin de cuentas una reunión de
amigos para cantar y para comer, que es lo que mas le gustaba. Echar un cántico
con el mi “hermanin” y con el mi “Celin”, se me llenan los ojos de lagrimas
recordando las tardes-noches de los jueves en Casa Lin, y algún que otro sábado
en la terraza de la Tatagulla, con su voz de barítono cantando temas populares
de su Avilés del Alma, que aunque recorriera España o Europa al lado de su
extraordinaria esposa Ana, volver a caminar por Aviles, esa era su mayor satisfacción.
No me puedo mas que alegrar,
por haber podido disfrutar y como no de participar de alguna que otra ocasión (que
no fueron pocas ) con ellos y pensar, que seguro que allí arriba, ya están liando
alguna, que por desgracia ya son unos cuantos los que nos faltan.
Un beso muy fuerte donde
quiera que estés, y dale uno a Celin...